Moby Dick, Herman Melville

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Saldo una cuenta pendiente disfrutando de este libro. Moby Dick es un clásico de los grandes. 863 páginas en breves capítulos sobre ballenas, barcos y el escenario del mar para la tragedia del obstinado Ahab que requieren un obstinado lector que persiga el cachalote de su ruina y la de la tripulación del Pequod desde Nantucket por el Atlántico, el Índico y el Pacífico Sur.

Ruta del Pequod según http://www.powermobydick.com

No os voy a desvelar ningún misterio recomendándoos este libro. Es un documental sobre el mar y las ballenas (los leviatanes), es una tragedia griega de un quijote incapaz de aceptar su destino, tiene el fino humor del ridículo y los juegos de palabras (gracias a las comedidas notas de esta edición de Alianza), asimila los caníbales de Defoe, los acompañantes de Jasón y de Ulises, anticipa el capitán Nemo de Verne, los viajes tenebrosos de Conrad, donde las tempestades y las fieras marinas no tienen tanto peligro como las obsesiones y frustraciones de los navegantes. Creo que hay teatro y hay poesía, belleza, colores y sonidos. Y grandeza hecha a trocitos, de artesanía modesta y paciente. Me gustan los personajes: el narrador, Queequeg, el carpintero, Starbuck, Stubb y Flask, el pobre Pip. Pero sobre todo me encanta cómo maneja el autor la trama, cómo se anticipan los acontecimientos, cómo no se entretiene en nada superfluo y, por supuesto, cómo está dibujado Ahab, nuestro yo cabezón, frustrado, insatisfecho.

Para los poco lectores, el vídeo del Moby Dick de John Houston con un Gregory Peck bien sombrío.

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