El interior del disco de Kick out the Jams de los MC5 traía dentro uno de esos peligrosos manifiestos anarquistas firmado por John Sinclair, Ministro de Información de las Panteras Blancas. Lo he transcrito aquí después de ver un post de Thurston Moore en Instagram que me puso las pilas en un momento de cierto bajón emocional. Dice lo siguiente, según mi traducción más o menos irrespetuosa con el contenido y los idiomas (por cierto, tratándose de los MC5, los panteras blancas, etc., no tendría que hacer falta avisar, pero en lo que sigue el lenguaje puede resultar ofensivo para alguien):
Los MC5 son algo íntegro. No hay forma de alcanzar la música sin adoptar también el contexto íntegro de la música – no hay separación. Decimos que MC5 es la solución del problema de la separación, por lo íntegros que son.
Los MC5 están totalmente comprometidos con la revolución, ya que la revolución está totalmente comprometida con sacar a la gente de sus cápsulas separadas para que los unos estén en brazos de los otros.
Hablo de la unidad, hermanos y hermanas, porque debemos lograrla juntos. Somos la solución, al problema, sólo con que queremos serlo. Si podemos sentirlo, LeRoi James dijo: «sentir predice la comprensión».
Los MC5 te harán sentirlo o abandonar la sala. Los MC5 te sacarán de quicio, de tu cabeza a tu cuerpo. Los MC5 son rock and roll. El rock and roll es la música nuestros cuerpos, de nuestras vidas al completo -el resentidizador, como lo llama Rob Tyner. Debemos unirnos, gente, «construir una multitud», o si no… Si no, estás muerto, y perdido.
Los MC5 te llevarán de vuelta a tus sentidos desde dondequiera que te hayas visto abocado a esconderte. Son malos. Sus vidas están dedicadas por entero a esta música. Son algo íntegro. Son un modelo funcional de la nueva cultura paleocibernética en acción. No hay separación. Viven juntos para trabajar juntos, comen juntos, follan juntos, se colocan juntos, van por la calle y por el mundo juntos. No hay separación. Igual que su música te reunirá de ese modo, si la oyes. Si deseas vivirla. Y nos aseguraremos de que la oigas, porque sabemos que te hace tanta falta como a nosotros. Tenemos que tenerla.
La música es el origen y la consecuencia de nuestra carne espiritual. Los MC5 son el origen y la consecuencia de la música, igual que tú.
Igual que yo. Sólo oír la música y lograr ser nosotros mismos, eso es lo que queremos. Lo que necesitamos. Somos gente solitaria y desesperada, separados por las fuerzas asesinas del capitalismo y la competición, y necesitamos la música para recomponernos. La separación es la perdición. Somos hombres libres, y requerimos una música libre, una fuente libre de alta energía que nos enardezca por las calles de América aullando y chillando y haciendo trizas todo lo que sigue esclavizando a la gente.
The music is the source and effect of our spirit flesh. The MC5 is the source and effect of the music, just as you are.
Los MC5 son esa fuerza. Los MC5 son la revolución con todas sus consecuencias. No hay separación. Todo es todo. No hay nada que temer. La música te hará fuerte, ya que es fuerte, y no habrá forma de detenerla ya. ¡Todo el poder para la gente! ¡Los MC5 están aquí y ahora para que los oigas y los veas ahora! Déjalo – recomponte – baja, hermanos y hermanas, es hora de dar testimonio, y lo que tenéis entre manos es un testimonio viviente del poder y la fuerza absolutos de estos hombres. ¡Sé salvaje! ¡El mundo es tuyo! ¡Tómalo y sé uno con él! ¡Kick out the jams, motherfucker! (¿»¡Fuera enredos, cabronazo!»?) ¡Y sigue vivo con los MC5!
John Sinclair, Minister of Information, White Panthers
Viernes 13 de diciembre de 1968, en el primer año de Zenta
Los 5 de la ciudad del motor en Tartar Field en 1970
La imagen destacada la he tomado de un artículo de The Guardian
Las dos (o tres, si contamos los preparativos) últimas semanas de 2019 estuve volcado con mis compañeras y compañeros en montar un stand para Suez en la zona verde de la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas contra el Cambio Climático, la COP25. En Chile había unas protestas ciudadanas que iban a peor y que hicieron cambiar la sede a Madrid. No vi a Greta Thunberg, ni a Arnold Schwarzenegger, a Alejandro Sanz, ni a Harrison Ford. Vi gafas de realidad virtual que a ratos se desconectaban, una wifi de la que dependían casi todas nuestras demos, y un desfile continuo de público y personalidades con las que conversar sobre cambio climático y soluciones avanzadas. Fuimos honrados con la visita de ministras y ministros, presidentes, consejeras y consejeros autonómicos, alcaldesas, alcaldes, concejalas y concejales, y todos sin excepción compartían y mostraban su compromiso en la lucha por la mitigación de y la adaptación al cambio climático. En dos semanas hicimos la agenda de visitas de unos dos años, más o menos. Volví a ver a colegas de la dirección y de la actividad frenética y cotidiana de mi empresa, a proveedores y espero que futuros socios, a personas que trabajan en la sociedad civil por que todo esto mejore en algún sentido. Dos intensas semanas ruidosas y afónicas, de entusiasmo y esfuerzo por acercarnos a las metas de un mundo mejor pese a los obstáculos y la complejidad imperante.
El stand de Suez en la COP25
Recibimos en el stand más de una visita curiosa. Una mujer menuda y discreta estaba muy impresionada y agradecida por lo que la técnica y la ciencia hacía por la sociedad, pero tenía un punto de vista que iba repartiendo. Era algo que había escrito poco antes, lo imprimió en múltiples ejemplares y lo distribuía a quien la escuchase. Fue mi caso, brevemente, y tampoco le presté mucha atención, dada mi condición de hiperactivo infraatento que no se concentra apenas en nada y que nada termina. Pero me quedé con el papel, y lo transcribo a continuación, con toda su ingenua honestidad y con su lucecita de esperanza detrás de la tristeza sombría que nos entra a todos tras fracasar una y otra vez cuando intentamos enderezar el mundo.
A todos los gobernantes, científicos, activistas y toda la Humanidad.
Soy ****. Una agradecida y enamorada de la Vida.
Siempre tuve la convicción de que mientras la Ciencia no se fusionara con la Espiritualidad no habría evolución.
Pensaba que alguna equivocación tuvo que haber en la Ciencia, en los inventos y descubrimientos que nos ha llevado por el camino hacia el estado actual de este maravilloso planeta, ahora en Emergencia Total.
¿Y como se lo explicaría yo a mentes más racionales?
Un nombre me martillaba el pensamiento: EINSTEIN y hasta me matriculé en Física, en la Universidad de Mayores.
Quería entender todas las Leyes. Descubrir dónde estaba el error. Me las leí todas y ninguna me daba la respuesta, hasta que encontré un escrito… la carta de Einstein (de dudosa veracidad para algunos) a su hija Lieserl.
No me importa si es verídica o falsa. Yo la creo, porque en su contenido encontré la respuesta y la clave: la fuerza del Amor. Dice así:
Mi querida hija:
Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y lo que te revelaré ahora para que lo transmitas a la humanidad también chocará con la incomprensión y los prejuicios del mundo. Te pido, aún así, que la custodies todo el tiempo que sea necesario, años, décadas, hasta que la sociedad haya avanzado lo suficiente para acoger lo que te explico a continuación.
Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el amor.
Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas.
El Amor es Luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El Amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras. El Amor es potencia, porque multiplica a lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere. El Amor es Dios, y Dios es Amor.
Esta fuerza lo explica todo y da Sentido en mayúsculas a la vida. Ésta es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo.
Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple sustitución en mi ecuación más célebre. Si en lugar de E=mc2 aceptamos que la energía para sanar el mundo puede obtenerse a través del amor multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa que existe, porque no tiene límites.
Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de otras fuerzas del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que nos alimentemos de otra clase de energía. Si queremos que nuestra especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar el mundo y cada ser sensible que en él habita, el amor es la única y la última respuesta.
Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, un artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta. Sin embargo, cada individuo lleva en su interior un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía espera ser liberada.
Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, querida Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el amor es la quinta esencia de la vida.
Lamento profundamente no haber sabido expresar lo que alberga mi corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo, necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta
Tu padre
(Albert Einstein)
«… que la Humanidad no se extinga en su ciego egoísmo», dijo.
Creo haber entendio lo que este Genio quiso transmitir a la Humanidad
Si el Amor es la ausencia total de:
– AMBICIÓN
– ARROGANCIA
– AVARICIA
– COBARDÍA
– DESHONESTIDAD
– EGOCENTRIMSO
– EGOÍSMO
– ENVIDIA
– INTERESES PERSONALES, POLÍTICOS Y ECONÓMICOS
– MATERIALISMO
– ODIO
– ORGULLO
– SOBERBIA
Pregunto: ¿Todos los inventos y descubrimientos fueron empleados con Amor?
El invento de la electricidad fue maravilloso, pero ¿su descubrimiento hizo que la luz y el calor llegue a todos, en los fríos inviernos?
Es verdad que los medicamentos fueron un invento extraordinario, ayudan cuando son absolutamente necesarios, pero ¿no sería más honrado que se enseñara cómo evitarlos?
¿Y los alimentos? ¿Plastificados, pre-cocinados, enlatados, embotellados, que la mayoría nos enferma o nos mata? Exceso de producción, mala calidad y toneladas a la basura, al año.
Se afanan en descubrir vida en el Universo, gastándose millones ¿acaso está resuelta la nuestra en esta Tierra?
Y además quieren encontrar agua. La nuestra apenas es potable y no llega a todas las civilizaciones. Se mueren por beber agua contaminada…. mientras vemos cómo sube el nivel del mar.
¿Y el aire que respiramos? Se descubrió el átomo y lo emplearon en bombas que apuntan los unos a los otros. O que no se sabe qué hacer con sus residuos. O que basta la explosión de una Central para aniquilar nuestra Vida.
Vaya, con tantas energías alternativas, empezando por nuestro Sol que nos la da gratis todos los días.
¿Qué Ciencia es ésta sin Conciencia? ¿Acaso ha estado fusionada con la espiritualidad? ¿Con la fuerza del Amor de que hablaba Einstein?
Mi conclusión es que no hubo error en la Ciencia, en sus inventos o descubrimientos, más sí en la firma cómo los aplicaron, totalmente exentos de Amor.
Pero no es tiempo para reproches. NO MÁS REPROCHES. Todos somos culpables. Nadie puede decir: YO NO LO SABÍA. Ahora sólo queda tiempo para las SOLUCIONES.
Apelo y ruego a todos los científicos, a los investigadores, a la unión de vuestras mentes brillantes y a todo aquel al que se le ocurra alguna idea para soluciones y frenar este camino hacia el fin de etsa Humanidad.
También ruego a todos los Gobernantes, que tienen el poder de dictar las Leyes y la responsabilidad de que éstas se cumplan con Justicia y Amor. Sin miedo y sin cualquier otro interés que no sea el establecimiento de un Nuevo Orden Mundial hacia el Retorno.
¡Lo podemos! Todos somos necesarios. La espiritualidad no es creer en un Dios que castiga o apremia.
El ‘Botón Rojo’ ahora lo tiene la propia Naturaleza, sólo espera nuestra decisión. ¡AHORA!
Que la fuerza del Amor nos ayude a todos a llegar a la última respuesa como llegó Albert Einstein.
Gracias a todos.
*** (omito sus datos personales)
Una amante y defensora de la Vida, de la verdad del Amor y la Justicia.
(Escrito el día /12/2019, comienzo de la Cumbre Cambio Climático COP25)
Esta mujer no quería molestar, estaba muy agradecida, como en su carta al mundo. Miraba las pantallas de nuestro stand, lo que contamos que hacemos para cuidar el medio ambiente y la sostenibilidad y se mostraba impresionada. Pero seguía pensando que nos faltaba algo. Tenía esa firme determinación, esa mirada de los visionarios. A lo mejor se ha basado en un viral apócrifo de Albert Einstein y en unas cuantas simplificaciones (¿ningún avance técnico-científico se ha desarrollado con Amor?), cuadraturas del círculo (¿fusionar ciencia y religión?), platonismo (dualidad razón-alma) y otros lastres. Puede ser. Pero se pone en marcha y hace lo que puede, con lo que tiene, donde está y con quien se encuentre. Sólo he tardado año y medio en difundir su mensaje, y por el camino aquí ha pasado de todo, como, por ejemplo, una pequeña pandemia que nos pone pensativos a los que tenemos la suerte de no caer como tantos han caído, que ha permitido que se oyese el canto de los pájaros en las ciudades, que ha repartido tanto sufrimiento como gratitud por pequeñas cosas a las que no prestábamos atención pese a su importancia.
Sigo obsesionado con el triste y grande David, con su mezcla de horror y atracción por el solipsismo, su odio a la metaficción demostrado por medio de la meta-meta-(n metas)-metaficción, su sentido del humor que te cosquillea el intelecto para despertarlo. Hace un tiempo me embarqué en esta auto-ficcio-biografía (El rey pálido) de cuando «trabajó» en la Agencia Tributaria de Peoria, Illinois. Es su obra póstuma, en la que estaba trabajando cuando su enfermedad mental se lo llevó por delante.
Portada de la edición ampliada en Debolsillo (Fuente: librotea)
Iba a ponerme a releer el libro, pues me dejé este post a medio hacer hace ya meses, pero resulta que José Luis Amores lo hizo en 2011 un millón de veces (o más) mejor de lo que yo podría hacerlo aunque me lo releyese cien veces y las cien veces entendiese algo de lo que va más allá de mis gafas.
La novela, que parte de que a alguien podría interesarle la vida de los inspectores de hacienda (eso ya es para el autor ponerse un desafío digno de un saltador con pértiga), se dedica a inspeccionar el aburrimiento, una de las peores, y en la actualidad más difundidas, formas del sufrimiento humano. Estos inspectores de hacienda miran una y otra vez declaraciones de impuestos intentando encontrar indicios de que una inspección presencial, con los costes que conlleva, tiene probabilidades de detectar un fraude, que ese fraude se puede cobrar, y que lo que vaya a cobrarse se más que lo que costó capturarlo. Un trabajo de artesanía en las mesas «Calambre», que dan precisamente eso, calambres insoportables por la inmensa cantidad de horas de su vida que estos inspectores dedican a leer y releer declaraciones de impuestos. La organización socio-política de la agencia revela todo un sistema de castas y un movimiento revolucionario que plantea reemplazar ese trabajo por la inteligencia artificial de los ordenadores, revolución contra la que se rebela gran parte de los afectados, así como otros que hacen reflexiones ético-filosóficas sobre el derecho que puede tener el estado a entrometerse así en la vida de sus administrados.
Es lo que pasa con esto de escribir, que resulta inabordable (quizá también lo fue para él). Esa descripción minuciosa, donde cada detalle milimétrico, o microscópico, en que el autor fija su mirada, tiene la capacidad de comunicar partes esenciales del mensaje. Como en el prefacio, donde te dice que todo lo incluido en el libro es rigurosamente cierto, pese a que en la contraportada también dice claramente que «esto es una obra de ficción». En ese mismo prefacio, la nota al pie acerca del número de la seguridad social del autor ya te está contando que el autor trabajó en la agencia tributaria (la IRS), porque ese número contiene un «9», y sobre lo que significa haber trabajado allí alguna vez. O sea, que una nota, que solía ser una bifurcación en el curso principal de una historia, resulta ser un acelerador a hipervelocidad para que avances en la trama. Es verdad que su suicidio fue un desastre. Para él, para su familia, para la cultura occidental, que se ha quedado huérfana.
Nos han quedado, después del desastre, algunas cosas interesantes, que suelto aquí, sin orden ni concierto, pero que ilustran un poco más este libro muy recomendable, vigente, necesario:
Una lectura de fragmentos de su libro aún no publicado para la fundación Lannan en Santa Fe, Nuevo Mexico:
Un vistazo, de aperitivo, a la enorme colección digital y física de materiales de The Pale King (cuadernos, borradores, fotocopias, correcciones, anotaciones, etc.) y otros documentos de D.F. Wallace que el Harry Ransom Center de la Universidad de Texas pone a disposición de los investigadores.
Los números entre paréntesis son la primera página en que aparecen en la primera edición en tapa dura.
Claude Sylvanshine (5), Reynolds (6), 356 Jensen, Jr., Dr. Lehrl, Systems Director (7) , Merri Eloise Prout aka Dr. Yes (19), Vincent Bussy (20), Frederick Blumquist (27), 315, Leonard (29) Stecyk, Lane A. Dean, Jr. (36), Sheri (38) Fisher, Toni Ware (54), Donald Jones (80), Kenneth “Type of Thing Ken” Hindle (80), 107, Chris Acquistipace (84), Cusk (91) David 317, D.P. Tate (101), Richard Glendenning (128) , DeWitt, Jr. 157, Rosebury (129), Gene Nichols (143), Stuart A., Jr. Gaines (145), 352, Lotwis (150), Chris Fodle (154) “Irrelevant” 257, Robert Atkins (281), Ms. Neti-Neti (285), F. Chahla 2K, Bob McKenzie (285), Marge van Hool (299), Garrity (315), Pam Jensen (332), Hurd (347, 351), Gestine Lumm (347, 352), Todd Miller (352), “Colorado” Todd Bondurant (352), Sheehan (356), Julia Drutt Chaney (357), Eugine E. Rosebury (358), Gary Yeagle (358), Shinn (371), Cardwell (425), Meredith Rand (446), Shane Drinion aka Mr. X (448).
A lo mejor hay una buena traducción al castellano de este artículo de wikipedia (yo no la he encontrado), o bien podría intentar otra invasión a Leonard Cohen, tras mi fallido intento con la enorme entrevista final que concedió a David Remnick, un redactor de The New Yorker poco antes de publicar «You want it darker«. En esa incursión fallida intercambié correos con alguien de Condé Nast que pensaba cobrarme por publicar en este blog una traducción hecha por mí y acotada con mis impresiones personales del artículo. Eso me pasa por preguntar. Así que ahora está por aquí, archivada en algún sitio y a lo mejor la hago disponible enviando un enlace y una contraseña a los lectores del blog que me la pidan. Por el momento, me conformaré con el primer plan: traducir el artículo y si alguien quiere ponerlo en la wikipedia en español, pues ¡adelante!
Portada de Death of a Ladies’ Man, de Leonard Cohen (1977). Fuente: wikipedia
Death of a Ladies’ Man (La muerte de un mujeriego) es el quinto álbum de estudio de Leonard Cohen, producido y co-escrito por Phil Spector. El álbum era en cierto modo una despedida del estilo mínimalista típico de Cohen, al utilizar el método de grabación del Muro de Sonido de Phil Spector, que incluía vistosos arreglos y múltiples pistas de instrumentos en superposición. El álbum se lanzó originalmente en Estados Unidos por Warner Bros, y en CD y en el resto del mundo por el sello habitual de Cohen, Columbia Records.
Lanzamiento: 13 de noviembre de 1977 Grabación: Junio y julio de 1977 Duración: 42:34 Sello: Warner Bros (lanzamiento original), Columbia (reedición) Productor: Phil Spector
A mediados de los años 1970, tanto Cohen como Spector estaban en un bajón comercial. Aunque seguía siendo popular en Europa, Cohen nunca había logrado el éxito en los Estados Unidos a que Columbia aspiraba. Spector había creado éxitos como «Be My Baby» y «You’ve Lost That Lovin’ Feelin’» con sus técnica de producción del «muro de sonido» en los años 1960, y obtuvo algo de éxito a primeros de los 1970 produciendo álbumes de John Lennon y George Harrison; sin embargo, su comportamiento se volvió cada vez más errático.
La locura fue en aumento cuando Spector se unión con Lennon para grabar un proyecto de viejas canciones de rock and roll llamado «Roots«, que al final apreció en 1975 bajo el título «Rock ‘n’ Roll«. Las sesiones tuvieron lugar en medio de una niebla de drogas, alcohol y un séquito de allegados mientras el atribulado Lennon atravesó ebrio su lamentable «fin de semana perdido» (lost weekend). En el libro de 2003 «Phil Spector: Wall of Pain», el biógrafo Dave Thompson recuerda un famoso incidente cuando Spector disparó una pistola en el estudio. «Oye Phil, si me vas a matar, mátame», observó Lennon con sequedad, «pero no me jodas los oídos, Me hacen falta». Esa conducta no le hizo ningún favor a la reputación de Spector, y a medida que los éxitos fueron escaseando se le veía cada vez más en la prensa del rock como una vieja gloria.
Como apunta Ira Nadel en las memorias de 1996 sobre Cohen «Various Positions: A Life of Leonard Cohen», hay distintas versiones sobre cómo Cohen y Spector se convirtieron en colaboradores:
Las notas del disco afirman que Marty Machat, que era el abogado de Spector así como el de Cohen, les presentó. Según Cohen, esto ocurrió entre bambalinas después de una de sus actuaciones en el Troubadour en Los Ángeles. Spector, de forma poco habitual, había dejado su bien protegido hogar para ver a Cohen, y en el espectáculo estaba extrañamente silencioso. Spector invitó entonces a Cohen a su casa, la cual, a causa del aire acondicionado, estaba helada, a unos «cero grados centígrados», recordaba Cohen… Spector cerró la puerta con llave, y Cohen reaccionó diciendo., «ya que estamos encerrados, podríamos escribir algunas canciones juntos». Fueron junto al piano y empezaron esa misma noche. Durante más o menos un mes escribieron (y bebieron) juntos y Cohen lo recuerda como un período generoso, aunque tuviese que llevar un abrigo casi todo el tiempo en la congelada casa de Spector.
El biógrafo Anthony Reynmolds escribe en el libro de 2010 «Leonard Cohen: A Remarkable Life» que su amiga y compatriota canadiense, la cantautora Joni Mitchell, trató de disuadir a Cohen de trabajar con Spector, ya que Mitchell había presenciado parte de la locura entre Spector y Lennon en Los Ángeles, pero inicialmente -al menos en la fase de escritura de las canciones- los dos se llevaron bien. El compositor John Prine, que también presenció las extravagancias del productor cuando fue invitado a su casa para componer juntos una canción, le dijo asombrado a Paul Zollo, de la revista Bluebird Railroad, que en cuanto Spector «se sentaba con un instrumento, estaba normal». Las cosas cambiarían cuando Cohen y Spector entraron en un estudio, con la paranoia del productor tomando el control y Cohen sintiendo cada vez menos apego por el proyecto.
2. Grabación
Spector usó tres estudios para el álbum, aunque su preferido seguía siendo el complejo Gold Star Studios situado en al 6252 del Boulevard de Santa Monica, cerca del cruce con la Vine Street de Hollywood. Spector reclutó un ejército de los músicos de estudio más prestigiosos de Los Ángeles para tocar en las canciones, incluyendo a los guitarristas Dan y David Kessel, los baterías Hal Blaine y Jim Keltner, y el intérprete de pedal steel Al Perkins, entre muchos otros. Era precisamente ante un nutrido público, sin embargo, que se activaba la faceta megalómana de Spector, y pronto Cohen se sintió abrumado. Hablando con Sylvie Simmons, de Mojo, en 2001, Cohen describió sus emociones en aquella época:
Era una de esos períodos en que era incapaz de hablar, y no estaba en condiciones de resistir la muy fuerte influencia de Phil y, al final, su apropiación del disco. Había muchas armas en el estudio y muchísimo licor, una atmósfera peligrosa en cierto modo. Tenía también guardaespaldas fuertemente armados. Le gustaban las armas – a mí también me gustaba, pero normalmente no llevo una encima, y es difícil ignorar un 45 sobre la consola. Cuando estaba trabajando a solas con él, era muy amable, pero cuanta más gente hubiese en la sala, más salvaje se ponía Phil. No podría evitar admirar la extravagancia de su actuación, pero al final no podía mantenerme firme.
Durante una enigmática interacción detallada en las biografía de Cohen escrita por Ira Nadel, Various Positions, Spector apuntó con una pistola cargada a la garganta de Cohen, la amartilló, y dijo, «Te quiero, Leonard». Quedamente, Cohen respondió «Espero que me quieras, Phil». Nadel también escribió que la grabación de la pista de nueve minutos que da título al álbum comenzó a las 7:30 de la tarde y duró hasta las 2:30 de la mañana con los músicos de sesión trabajando a cuádruple turno, algo típico del conjunto de las sesiones. Otra noche, el poeta Allen Ginsberg y Bob Dylan pasaron por allí y Spector les ordenó que cantasen los coros en la escandalosamente burlesca «Don’t Go Home with Your Hard-On» («No te vayas a casa con esa erección»). La mayoría de las canciones trata temas de sexualidad desbocada y voyeurismo brutal, como en «Paper Thin Motel» («Motel fino como el papel») : «The walls of this hotel are paper thin/ Last night I heard you making love to him» («Las paredes de este motel son finas como el papel / Anoche te oí haciendo el amor con él»), y están expresadas en el grandilocuente despliegue de esplendor sónico de Spector. La boyante «Fingerprints» («Huellas dactilares») es una pieza folklórica llena de violines que recuerda el amor de Cohen por la música country. Las versiones tempranas de «Iodine» («Yodo», llamada entonces «Guerrero») y «Don’t Go Home with Your Hard-On» fueron presentadas en concierto ya en 1975 (con música atribuida a John Lissauer) y están ampliamente disponibles en grabaciones pirata. Como informa Anthony Reynolds en sy biografía de 2010 de Cohen, las sesiones ni siquiera terminaron «oficialmente»:
Un día Phil simplemente dejó de volver por el estudio, quedándose con todas las cintas (como hizo con los masters de Lennon) y continuando para mezclarlas a solas. Cohen estaba atónito. No consideraba sus voces grabadas como versiones definitivas en absoluto. Por lo que a él respectaba no eran más que voces de «guía» para beneficio de los músicos. Esperaba haber podido dedicar tiempo a mejorar su forma de cantarlas, pero con Spector teniendo las cintas como rehenes en un lugar desconocido eso parecía ahora imposible, a menos que llevase a su propia pandilla de guardaespaldas a derrotar a los de Spector. «Tenía la opción de contratar mi propio ejército privada y luchar con él sobre esto en Sunset Boulevard o dejarlo correr… lo dejé correr».
El hijo de Marty Machet, Steven, cerró un trato con Warner Bros. para lanzar el disco, un disco sobre el que Cohen siempre albergó emociones encontradas. «Estoy demasiado avergonzado de la verdad sobre lo que ocurrió allí», confesó Cohen a Adrian Deevoy, de l revista Q, en 1991. «La gente se resbalaba con las balas del suelo, las armas acababan en las hamburguesas, había armas por todas partes. No era un sitio seguro. Era un caos, pero era parte de la época. Las drogas tenían bastante que ver. Pero me gusta Phil, y el instinto era acertado. Lo haría de nuevo». En una entrevista para el documental de 2005, «I’m Your Man«, Cohen expresó su decepción con el disco y dijo que sentía que las canciones «se habían alejado» de él; también que era el favorito de los «punks» así como de su hija. Para cuando salió al mercado, sin embargo, fue mucho menos generoso en su respuesta pública acerca del álbum, llamando la producción de Spector «una catástrofe»[1]. De las ocho piezas del álbum, «Memories» («Recuerdos») fue la única que Cohen tocó con regularidad en sus conciertos (en las giras de 1979, 1980 y 1985). Al parecer la canción le gustaba lo suficiente para incluirla en su película artística experimental «I Am a Hotel«, como la única pieza no instrumental junto con otras cuatro canciones que han cosechado, en general, una mejor respuesta de sus seguidores: «Suzanne«, «Chelsea Hotel #2», «The Guests» («Los invitados») y «The Gypsy’s Wife» («La esposa del gitano»). Una versión «des-Spectorizada» de «Memories» acabó publicada cuando el álbum de Cohen «Field Commander Cohen: Tour of 1979» se lanzó en 2001. Esta versión incluye un solo de saxofón distinto del de la versión del álbum.
En 1978, Cohen publicó un libro de poesía con el título ligeramente modificado «Death of a Lady’s Man» (La muerte de un hombre de una sola mujer). No tiene nada en común con el álbum, con sólo una excepción: contiene el poema «Death of a Lady’s Man», que es idéntico a la letra de la canción que titula el álbum.
3. Portada del álbum
La foto mostrada en la portada de Death of a Ladies’ Man es muy similr a la del álbum de Art Garfunkel de 1975 Breakaway. Las notas de la edición del álbum de Cohen desvelan que la foto fue tomada por un «fotógrafo ambulante anónimo en un restaurante polinesio olvidado». Muestra (de izquierda a derecha) a Eva LaPierre, Cohen y Suzanne Elrod, madre de Adam y Lorca Cohen.
Portada de Breakaway, de Art Garfunkel (1975). Fuente: wikipedia
4. Críticas
Death of a Ladies’ Man fue publicado provocando una confusión generalizada y críticas generalmente negativas, dejando aturdidos a muchos fans irredentos de Cohen. Rolling Stone tituló su reseña con «La pesadilla doo-wop de Leonard Cohen» y observó: «Demasiado del disco suena como el extrovertido más ampuloso del mundo produciendo y arreglando al introvertido más fatalista del mundo». The Toronto Star declaró en grandes caracteres «Leonard Cohen es para sádicos musicales». Mientras que defiende el álbum, el articulista Dave Thompson de Allmusic concede: «También es verdad que una escucha superficial del álbum sugiere que todo esto no era más que una mezcolanza de nociones locas lanzadas al aire para ver dónde aterrizaban»[2]. En 2010, el biógrafo de Cohen, Anthony Reynolds, seleccionó elogiar únicamente «True Love Leaves No Traces» (El amor verdadero no deja huellas), describiendo la canción, cantada por Cohen con Ronee Blakley, como «tan luminosa y bella como cualquier cosa que cualquier hombre pudiese dejar grabado en cinta».
Hasta 1978, el álbum fue uno de los más vendidos de Cohen en Suecia.[5]
6. Versiones y actuaciones en directo
Death of a Ladies’ Man ha inspirado menos versiones que ningún otro álbum de Cohen, pero tanto «True Love Leaves No Traces» como «Don’t Go Home With Your Hard-On» fueron versionadas en el álbum de tributo «I’m Your Fan» [Link Spotify]. Las canciones fueron interpretadas por Dead Famous People y el dúo de David McComb y Adam Peters, respectivamente. «Memories» también ha sido versionada al menos cinco veces por otros artistas, que incluyen a John Danielle de The Mountain Goats y Will Toledo de Car Seat Headrest, aunque el último modifica considerablemente la letra. «Iodine» obtuvo, que se sepa, tres interpretaciones en la gira europea de Cohen de 1979. The Last Shadow Puppets interpretaron una versión de «Memories» en su gira de otoño de 2008. El cantante sueco Svante Karlsson mencionó el título del álbum en la canción «I Nöd & Lust» (del álbum de 2010 «Tro Inte Att Du Känner Mig») en la que el personaje femenino lo escucha en sus auriculares durante un viaje en tren. En 2013, Guitars and Bongos Records publicó la versión de Greg Ashley del álbum Death of Ladies’ Man al completo. Kimberly Morrison, también conocida como «The Duchess», de The Duchess and The Duke! aportó algunos coros. La foto de portada de Greg imita la foto original de Cohen, pero reemplaza las mujeres por dos maniquíes.[6]
El cierre incluye una cita del single de 1958 de The Shields «You Cheated, You Lied»[7][8], y una referencia al cantante pop de la era clásica Frankie Laine.
Posiciones del álbum en listas de ventas (fuente: Wikipedia)
10. Libro
Cohen publicó el libro Death of a Lady’s Man en 1978. No tiene nada en común con el álbum, con sólo una excepción: contiene el poema «Death of a Lady’s Man», que es idéntico a la letra en la canción que da título al álbum.
Recuerdo que cuando era más pequeño me encantaba fisgonear en las estanterías de libros. Soy un poco rata de biblioteca, por si no os habéis dado cuenta. Y se ve que me viene de antiguo. En la facultad de ciencias de la Universidad de Granada, en la biblioteca del Centro Cultural Infantil que en tiempos estuvo en la calle Jardines, en el recodo del despacho de mi padre en el chalé, detrás de la mesa de despacho de algún jefe, director o trabajador con despacho, en un trastero de las oficinas de Emuasa, cualquier anaquel de esos me estaba llamando en silencio para leer los lomos torciendo el cuello, hojear al azar, soñar con tener tiempo y energía para leer tanto como apetecía leer. De los ratos de espera en la facultad de ciencias, que ahora me parecen paréntesis infinitos que debí aprovechar mejor, recuerdo esos libros magníficos, caros, prestigiosos, editados con mimo, de la Springer Verlag, con ese caballo de ajedrez y esa limpieza visual y de contenido. Libros de ciencia. Palabras mayores.
Ahora mi padre ha puesto su apellido y el de sus padres en el costado de uno de esos libros de la Springer Verlag, y ha ordenado, con la ayuda de mi madre, todo lo que ha aprendido y enseñado sobre lo que más le ha apasionado en su vida profesional: el Karst.
Fotos, diagramas, gráficas y mapas, alguno de los cuales recuerdo haber coloreado cuando se preparaba para obtener su merecida cátedra, sobreponiéndose a las derrotas (que siempre son provisionales), a las pequeñas traiciones (que sirven para abrir los ojos) y ganándose el apoyo y el respeto de su equipo, sus colegas e incluso de sus cordiales enemigos, que alguno tendrá, como todos tenemos alguno.
Podría ponerme en ridículo (un poco más) disertando sobre el contenido del libro, fingiendo una capacidad de la que carezco. Pero me parece más significativo hablar de la pasión por conocer, por comprender y explicar cómo funcionan las rocas partidas y disueltas cuando el agua las atraviesa y las moldea, las ahueca y las excava, las levanta como cúpulas, las derrumba en simas y poljés. Con tiempo todo se logra, el deterioro da paso a otras cosas, a formas bellas, a catedrales subterráneas, embalses enormes y ríos subterráneos, sifones donde exploradores subterráneos, los espeleólogos, se la juegan a ciegas por si hay alguna bolsa de aire al otro lado, antes de que se ahogue, grietas donde se exponen a la claustrofobia más aplastante y maravillas incontables en la oscuridad.
Como indica el subtítulo de este libro de texto de la serie Springer Texbooks, en él se exponen los modelos conceptuales, los análisis de series temporales y la explotación de aguas subterráneas, con esta estructura:
Materiales kársticos y pseudokársticos
Karstificación y formas
Modelos conceptuales de acuíferos kársticos
Análisis de hidrogramas
Análisis de series temporales
Modelos matemáticos
Hidrogeoquímica y calidad del agua
Exploración y explotación
Cada capítulo termina con un resumen y una serie de actividades propuestas para profundizar en ese mundo subterráneo del que se puede saber mucho más de lo que creemos a primera vista.
Os dejo aquí el aperitivo del «Front Matter» del libro para que os pique la curiosidad: Link
Por casualidad me he encontrado este artículo en Ágora, que juega con el título del «disputado voto del señor Cayo» y conmemora los 100 años del nacimiento de Miguel Delibes, y eso me ha llevado a leer su discurso de ingreso en la Real Academia Española, donde hace un alegato ecologista que me ha sorprendido. Sobre todo por lo poco que hemos avanzado desde entonces en mitigar las sombrías tendencias que denunciaba este serio vallisoletano hace ya 45 años.
Ingreso de Miguel Delibes en la RAE, el 25 de mayo de 1975. Fuente: rae.es
Me tocó, supongo que como a muchos de la generación X, leer detenidamente a Delibes, no sé si para el colegio o como ejercicio de lectura. Llevar gafas te hace creerte un intelectual cuando eres pequeño y antipático. Había un montón de tomitos de bolsillo de destinolibro por mi casa. Me gustaba ver las portadas y los lomos de esos libros.
Chorradita interactiva con dos portadas de destinolibro. Fuente: internet
Aunque lo primero que leí con ganas fue El tercer ojo, la impostura de T. Lobsang Rampa sobre el Tíbet que podría ser el equivalente a la paella con chorizo de Jamie Oliver, más tarde me atreví a meterme en esos libros ceñudos (no sé por qué cuando pienso en Delibes, el primer adjetivo que me viene a la mente es eso: serio) de las ratas, la sombra del ciprés es alargada, el príncipe destronado, el camino. Me los leía y no me enteraba de nada (me sigue pasando con todo lo que leo, lo de Delibes y lo demás), me ponía muy serio, intentaba identificarme con los personajes. La verdad es que era una prosa que se leía de corrido, que fluía y no tenía ampulosos adornos ni las varices coaguladas de, por ejemplo, este mismo párrafo. A veces escribía un comentario de texto que demostraba a las claras lo que estaba yo afirmando dos renglones mas atrás: que no me había enterado de nada, pero que me masajeaba el ego con una sensación de logro, de cumplimiento y que más tarde se convirtió en garabatos en libretas y hoy en letras digitalizadas en este bloguete.
Bueno, pues este señor serio con gafas de concha, cazador, castellano, de pocas palabras, resulta que tenía conciencia ecológica y que dedicó su participación en la academia más rancia de nuestro rancio país a darse cabezazos contra el muro de incluir palabras del campo en el diccionario (de enterrarlas en el cementerio, como diría Cortázar) y a defender, con ganas y con argumentos que por desgracia siguen muy pero que muy vigentes, un retorno a la sensatez desde nuestros hábitos malsanos como sociedad.
El discurso se titula «El sentido del progreso desde mi obra» y analiza cómo en su obra intuye que el desarrollismo es una falacia, que los avances que hacemos en ciertas direcciones en nombre del progreso son a costa de retrocesos en otras, y a menudo en direcciones o facetas de nuestra existencia que no deberíamos perder.
Los títulos de los apartados de su discurso dan una pista de a qué se refiere don Miguel: El sentido del progreso desde mi obra, El progreso, El signo del progreso, El deseo de dominación, La Naturaleza agredida, a) La Naturaleza desvalijada, b) La Naturaleza envilecida, Mi obra y el sentido del progreso. La pista es que incluso hace cerca de 50 años vivimos enloquecidos con la tecnología, nos generamos necesidades artificiales, queremos movernos deprisa aunque sea a costa del aire, del espacio, de los recursos y pese a eso (o quizá por eso), somos cada vez más infelices y enfermos.
Y como los poetas y los filósofos tienen el privilegio de preguntar sin responder, pues ahí nos quedamos. Hay un problemón ambiental, global. ¿Qué hacemos? Eso, en otra ventanilla.
Tengo un amigo librero. No tiene una librería-papelería, con libros de texto, forros de PVC ni compases, lo que seguro le permitiría una holgura y una tranquilidad económica adicional. Tiene una librería librería. Con libros antiguos y nuevos, todos ellos sus criaturas. Los conoce, a algunos los ama como a un hijo, y ellos (los libros) a veces se rebelan en el trastero, parece que se reproducen, se interpolan y refutan entre sí, abren bibliotecas de Babel de libros de arena con infinitas páginas en los huecos que hay entre ellos. Y cuando Javi abre la puerta del trastero intentan caerse encima de él en un abrazo. Letal, pero abrazo.
Le gustaría jubilarse de librero, pero el innombrable Voldemort prime que te atiende a deshoras a base de espiar tu conducta de compras impulsivas y el amparo que las leyes dan a esos negocios le está dejando sin mucho sitio.
Pues nada, que mi amigo librero es de los que no rechazan un café, confían en el servicio de correos (el electrónico no, el de cuando Bukowski era cartero, que ya es confiar), en el sistema de códigos postales y en entender a sus clientes, quienes dudan con curiosidad sobre qué libro llevarse o, en mi caso, sobre que libro regalar a alguien que Javi no conoce. Y Javi me recomendó tres libros deliciosos, tanto que casi me daba pena regalárselos a mi padre. Pero lo hice, se los regalé, y hoy mi padre me ha prestado uno de ellos.
Colin Ward
Colin Ward (Wanstead, 1924 – Ipswich, 2010) fue un escritor anarquista británico. Ha sido llamado «uno de los más grandes pensadores anarquistas del último medio siglo, y un historiador social pionero»
Vida
Ward nació en Wanstead, Essex. Se hizo anarquista mientras estaba en el ejército británico durante la segunda Guerra Mundial. Como suscriptor de War Commentary, el equivalente durante de la guerra de Freedom, fue citado en 1945 desde Orkney, donde prestaba servicio, para dar testimonio en el juicio celebrado en Londres contra los editores por publicar un artículo presuntamente orientado a seducir a los soldados para que desatendieran su deber o su lealtad. Ward rechazó robustamente seducción alguna, pero los tres editores (Philip Sansom, Vernon Richards y John Hewetson) fueron declarados culpables y condenados a nueve meses de prisión.
Fue un editor del periódico anarquista inglés Freedom entre 1947 y 1960, y el fundador y editor del periódico mensual anarquista Anarchy entre 1961 y 1970.
Desde 1952 a 1961, Ward trabajó como arquitecto. En 1971, se convirtió en el Jefe de Educación para la asociación de planificación Town and Country. Publicó profusamente acerca de educación, arquitectura y planificación urbana. Su libro más influyente fue El niño en la ciudad (1978), sobre la cultura callejera de los niños. Desde 1955-6, Ward fue profesor emérito de Vivienda y Política Social en la London School of Economics.
En 2001, Ward fue nombrado Doctor Honorífico de Filosofía en la Universidad Anglia Ruskin.
Pensamiento
Anarquismo
La filosofía de Ward aspiraba a eliminar las formas autoritarias de organización social y reemplazarlas con formas auto-gestionadas, no jerárquicas. Esto se basa en el principio de que, en palabras de Ward, «En pequeños grupos cara-a-cara, las tendencias burocratizantes y jerárquicas inherentes a las organizaciones tienen menos oportunidades de desarrollarse». Admiraba especialmente el sistema suizo de democracia directa y cantones en que cada cantón es conducido por sus miembros, quienes tienen el control sobre las leyes que se les aplican, aunque desaprobaba muchas de las políticas que este sistema instauró.
«Creo que las ideas sociales del anarquismo: grupos autónomos, orden espontáneo, control de los trabajadores, el principio federativo, dan lugar a una teoría coherente de la organización social que es una alternativa válida y realista a la filosofía social autoritaria, jerárquica e institucional que vemos aplicada por todas partes a nuestro alrededor. El ser humano se verá compelido, declaraba Kropotkin, ‘a encontrar nuevass formas de organización para las funciones sociales que el Estado cubre por medio de la burocracia’ e insistía en que ‘mientras no se haga esto nada se hará. Creo que hemos descubierto lo que estas normas de organización deberían ser. Ahora tenemos que crear las oportunidades de ponerlas en práctica».
Asuntos urbanos
La mayoría de los trabajos de Ward trata con el problema del alojamiento rural y los problemas de la superpoblación y las normas de planificación en Gran Bretaña, para las cuales propuso soluciones anarquistas. Era un admirador ferviente del arquitecto Walter Segal, quien estableció un sistema de ‘constrúyelo tú mismo’ en Lewisham que significaba que las tierras que eran demasiado pequeñas o en las que era difícil construir de forma convencional eran entregadas a la gente, quien con la ayuda de Segal construiría sus propios hogares. Ward estaba muy interesado en la idea de ‘constrúyelo tú mismo’, y dijo en respuesta a la proposición de eliminar todas las leyes de planificación: ‘No creo en dejar libertad absoluta, los ricos asesinan impunemente cuando eso ocurre. Pero quiero que el sistema de planificación sea lo suficientemente flexible para dar una oportunidad a las personas sin hogar’. En su libro Cotters and Squatters (Aparceros y okupas), Ward describió el desarrollo histórico de costumbres informales de apropiarse de terrenos para alojarse que creció con frecuencia en oposición a sistemas constituidos legalmente de propiedad de la tierra. Ward describió costumbres ancestrales en muchas culturas similares a la tradición galesa del Tŷ unnos o ‘casa de una noche’ construida en suelo común.
Ward incluyó un pasaje de su antepasado anarquista, Peter Kropotkin, quien dijo del paisaje vacío y asilvestrado de Surrey y Sussex a finales del siglo XIX: ‘en todas direcciones veo casas de campo abandonadas y jardines de frutales camino de la ruina, toda una población ha desaparecido.’ El propio Ward fue más allá para observar: ‘Precisamente un siglo después de que se escribiera este testimonio, los campos estaban vacíos otra vez. Cincuenta años de subsidios habían hecho millonarios a los propietarios de tierras de labor por medio del cultivo mecanizado y, con una crisis de sobre-producción; la Unión Europea estaba premiándoles por no cultivar nada en parte de sus tierras. Sin embargo, había menos oportunidades que nunca en la historia para los pobres sin hogar. Los hijos crecidos de las familias locales no pueden subirse al carro del alojamiento’. La solución de Ward era que ‘debería haber algún sitio en cada parroquia donde sea posible para la gente construir sus propios hogares, y debería permitírseles hacer un poquito cada vez, empezando de una forma sencilla y mejorando la estructura con el tiempo. La idea de que una casa debería estar completa de una vez antes de que puedas obtener una licencia urbanística y una hipoteca es absurda. Mira las casas de este pueblo. Muchas de ellas han desarrollado su carácter a través de siglos -un poco de medieval en la parte trasera, con adiciones Tudor y Georgianas.’
Educación
En su principal publicación teórica, Anarquía en Acción (1973), Colin Ward, en un capítulo titulado «No más escuelas», diserta sobre la genealogía de la educación y la escolarización, en particular examinando los escritos de Everett Reimer e Ivan Illich, y las creencias del educador anarquista Paul Goodman. Muchos de los escritos de Colin en los años 70 del siglo XX, en especial Streetwork: The Exploding School (1973, con Anthony Fyson), se centraron en prácticas y espacios de aprendizaje fuera del edificio del colegio. Al presentar Streetwork, Ward escribe: «[este] es un libro sobre las ideas: ideas sobre el entorno como el recurso educativos, ideas de la escuela de las preguntas inquisitivas, la escuela sin paredes…». El mismo año, Ward contribuyó a Education Without Schools (editado por Peter Buckman) debatiendo sobre ‘el rol del estado’. Argumentaba que «un rol significativo del estado en los sistemas educativos nacionales del mundo es el de perpetuar la injusticia social y económica».
En The Child in the City (1978), y más tarde The Child in the Country (1988), Ward «examinó los espacios cotidianos de las vidas de la gente joven y cómo pueden negociar y rearticular los diversos entornos donde habitan. En su texto más temprano, el más famoso de los dos, Colin Ward explora la creatividad y la singularidad de los niños y cómo cultivan ‘el arte de hacer que al ciudad funcione’. Argumentaba que por medio del juego, la apropiación y la imaginación, los niños pueden contrarrestar las intenciones e interpretaciones del entorno construido basadas en los adultos. Su texto más reciente, The Child in the Country, inspiró a numerosos científicos sociales, notablemente al geógrafo Chris Philo (1992), para que prestaran más atención a la gente joven como un grupo ‘oculto’ y marginado en la sociedad».
El libro
«Anarquía en acción» es un libro que explora el pensamiento y la práctica del anarquismo y que se publicó por primera vez en 1973.
El libro es una introducción al anarquismo pero se diferencia considerablemente de otros al concentrarse en la posibilidad de un anarquismo arraigado en la experiencia cotidiana, y no necesariamente vinculado con las luchas industriales y políticas. Sus ideas están fuertemente influidas por Peter Kropotkin y su concepto de la Ayuda Mutua. Ward basa su texto en evidencias sociológicas, antropológicas, cibernéticas, de psicología industrial y de la experiencia en vivienda, planificación urbana, educación, trabajo, juego y servicios sociales. Ward aboga en favor de alternativas anarquistas a los sistemas universales de gobierno y jerárquicos de organización social. Esto se opone a un buen número de tendencias convencionales de la izquierda socialistas, porque Ward era bastante crítico acerca del estado del bienestar.
Citas
«El argumento de este libro es que una sociedad anarquista, una sociedad que se organiza a sí misma sin autoridad, siempre existe, como una semilla bajo la nueva, enterrada bajo el peso del estado y su burocracia, el capitalismo y su desperdicio, su privilegio y sus injusticias, el nacionalismo y sus lealtades suicidas, las diferencias religiosas y su separatismo supersticioso».
¿La anarquía se diferencia del socialismo en que no es utópica?
A veces me pongo retórico (pedante, inepto, machacón, elige tu adjetivo) con mis títulos de apartados, como en esta ocasión. Puede que sí, aunque en realidad no entiendo tanto de teoría política como para sostener decentemente una opinión. Lo cierto es que lo que encontré leyendo este libro (hace un poco de tiempo desde que lo leí y ahora escribo un poco de memoria) fue la sensación de que la idea recibida de que el anarquismo consiste en disturbios y poner bombas no casa mucho con las ideas constructivas, prácticas, que buscan el bien común que encontré en este libro.
No para de poner ejemplos sorprendentes de cómo personas desfavorecidas fueron conquistando de forma pacífica espacios desocupados, desperdiciados durante la nefasta gestión del gobierno. Después de la 2ª guerra mundial había en numerosas zonas de Gran Bretaña complejos militares espléndidamente equipados para alojar a oficiales que nunca entraron ahí. Los sin techo (a causa de los bombardeos) de los alrededores fueron ocupando esos espacios. Lo rompedor era poner por delante de la sacrosanta «Seguridad Nacional» el bienestar de las personas concretas y palpables. Tiene gracia cómo la policía quería requisarles a Colin y su pareja peligrosísimas máquinas de escribir que utilizaban para plasmar lo que pensaban sobre tanto disparate oficial, jerarquía y burocracia.
Lo que me pareció muy interesante de este libro es que demuestra limpiamente, en la larga tradición de charming librepensadores y ateos de Inglaterra, que:
Ley no es necesariamente igual a Orden, ni a Justicia.
Anarquía no significa Desorden, ni Destrucción, ni Ley de la Selva (a menudo Capitalismo o Neoliberalismo sí que significa Ley de la Selva)
Mi sensación es que es más un Hack the System que F*ck the System que, además ha venido ocurriendo desde que los humanos han vivido colectivamente, es decir, desde que existimos. Siempre toca organizarse y actuar, y la opción de hacer algo nuevo, a la vista de que lo antiguo tiene defectos y consecuencias nefastas, es una oportunidad para que la creatividad y el bien común se abran camino.
Obra del autor
Talking Green (2012)
Autonomy, Solidarity, Possibility: The Colin Ward Reader (editada por Damian F. White and Chris Wilbert) (2011)
Anarchism: A Very Short Introduction (2004)
Cotters and Squatters: The Hidden History of Housing (2004)
Talking Anarchy (con David Goodway) (2003)
Sociable Cities: The Legacy of Ebenezer Howard (con Peter Hall) (1999)
Reflected in Water: a Crisis of Social Responsibility (1997)
Havens and Springboards: The Foyer Movement in Context (1997)
Stamps: Designs For Anarchist Postage Stamps (ilustrado por Clifford Harper) (1997)
Talking to Architects (1996)
New Town, Home Town (1993)
Freedom to Go: After the Motor Age (1991)
Influences: Voices of Creative Dissent (1991)
Talking Houses: 10 Lectures (1990)
Undermining the Central Line (con Ruth Rendell) (1989)
Welcome, Thinner City: Urban Survival in the 1990s (1989)
The Allotment: Its Landscape and Culture (con David Crouch) (1988)
The Child in the Country (1988)
A Decade of Anarchy (1961-1970) (1987)
Chartres: the Making of a Miracle (1986)
Goodnight Campers! The History of the British Holiday Camp (con Dennis Hardy) (1986)
When We Build Again: Let’s Have Housing that Works! (1985)
Arcadia for All: The Legacy of a Makeshift Landscape (con Dennis Hardy) (1984)
The Child In The City (1978)
Housing: An Anarchist Approach (1976)
British School Buildings: Designs and Appraisals 1964-74 (1976)
Tenants Take Over (1974)
Utopia (1974)
Vandalism (ed.) (1974)
Anarchy in Action (1973)
Streetwork: The Exploding School (con Anthony Fyson) (1973)
Work (1972)
Obra crítica sobre Colin Ward
Wilbert, Chris, and Damian F. White. Autonomy, solidarity, possibility: the Colin Ward reader. AK Press, 2011.
Levy, Carl. Colin Ward: Life, Times and Thought. Lawrence & Wishart, 2013.
Remembering Colin Ward (Five Leaves Press 2011)
Richer Futures. Fashioning A New Politics (Earthscan, 1999)
Goodway, David. Anarchist Seeds Beneath the Snow: Left-libertarian Thought and British Writers from William Morris to Colin Ward. PM Press, 2012.
Honeywell, Carissa. A British Anarchist Tradition: Herbert Read, Alex Comfort and Colin Ward. A&C Black, 2011.
Goodway, David. «Colin Ward and the New Left.» Anarchist Studies 19.2 (2011): 42-56.
White, Stuart. «Social anarchism, lifestyle anarchism, and the anarchism of Colin Ward.» Anarchist Studies 19.2 (2011): 92-104.
White, Stuart. «Making anarchism respectable? The social philosophy of Colin Ward.» Journal of Political Ideologies, 12:1 (2007): 11-28, DOI: 10.1080/13569310601095580
Para escribir este post he traducido y fusilado con anárquica impiedad estos dos artículos de la Wikipedia inglesa: Colin Ward y Anarchy in Action. Soy un perezoso, o no tengo tanto tiempo como podría pensarse al ver tantas distracciones a las que me entrego con devoción.
El otro día me cupo la alegría de enterarme en Tomares (Sevilla) que un antiguo conocido mío sufría con resignación las chapas que suelto en este blog y su educación abnegada y su generosidad excesiva le obligaron a decir que le interesaba y lo seguía (muchas gracias y perdona la broma ególatra).
Haz un comentario, amigo mío, ¿qué opinas de estas cosas?
Este artículo de Nick Wignall en medium me ha parecido interesante, sobre todo para cuando se acumula de tensión por cambios como el comienzo de temporada del trabajo, o por las pequeñas complicaciones de la vida cotidiana que parecen confabularse para alejarnos de nuestras metas. Habla de emotional fitness, y sería algo como estar en forma mentalmente, entrenar una musculatura que permita superar los baches y los sinsabores que te esperan cuando intentas hacer algo o cuando simplemente te gustaría sentir la misma tranquilidad que tenías en vacaciones o el último fin de semana agradable que hayas tenido.
La Agilidad Emocional es simplemente la idea de que nuestra mente necesita ejercicio y entrenamiento habitual tanto como nuestro cuerpo para seguir estando sanos y en forma.
Te propongo que pienses en lo siguiente:
¿Alguna vez has deseado poder manejar la tensión con un poco más de elegancia y un poco menos de ansiedad?
¿Tienes a menudo la sensación de que tus relaciones más importantes serían más fuertes y más satisfactorias si pudieses un mejor control sobre tus propias dificultades emocionales?
O quizás estés a punto de entrar en una nueva fase de la vida -casarte, tener un hijo, jubilarte- y quieres estar tan disponible y equilibrado emocionalmente como se pueda pero te preocupe que no lo estés consiguiendo.
Todos estos problemas pueden mejorar mucho si tienes una mejor agilidad emocional. Y como psicólogo y psicoterapeuta profesional, ayudar a las personas a mejorar su estado de forma emocional es lo que hace todos los días el autor de este artículo.
En este artículo quiero compartir los tres mejores ejercicios que conozco para construir tu agilidad emocional. Cuando se practican con regularidad, estas sencillas técnicas te conducirán a una vida emocional más fuerte, sana y equilibrada.
Índice
Salta a una sección concreta del artículo con los enlaces de aquí abajo:
El primer componente del régimen de agilidad emocional es el entrenamiento de la atención.
La mayor parte de lo que sentimos y experimentamos a diario, incluyendo nuestros estados de ánimo, emociones, deseos y motivación está filtrado por nuestros pensamientos. Lo que significa que el modo en que pensamos en las cosas determina ampliamente cómo nos sentimos sobre ellas, y un tema del que hablaremos más en el punto 2 más abajo.
Pero incluso antes de que podamos pensar en algo, tenemos que prestarle atención. La atención es la puerta de entrada a la mente. Como un foco que alumbra y aclara aquello en lo que nuestra mente puede concentrarse de modo consciente, la atención limita y restringe nuestro pensamiento -y por lo tanto nuestros sentimientos y nuestra conducta. Por ejemplo:
Cuando elegimos concentrarnos en ese comentario sarcástico que ha hecho nuestro compañero de trabajo en el almuerzo, terminamos reproduciendo el recuerdo de lo que ocurrió y ensayando la escena entera, a menudo una y otra vez. Por desgracia, al elegir poner nuestra atención en eso, nos preparamos para una tarde llena de frustración y enfado, la cual tendrá más que probablemente consecuencias negativas para concentrarnos en nuestro trabajo y ser productivos.
Como Winifred Gallagher dice en su maravilloso libro, Rapt:
Tu vida – quien eres, lo que piensas, sientes y haces, lo que amas – es la suma de aquello en lo que te concentras.
Estosignifica que si queremos ponernos a cambiar en serio cómo pensamos sobre las cosas (preocuparnos y rumiar menos, tomar mejores decisiones, seguir concentrado en la tarea que tenemos entre manos), necesitamos fortalecer el músculo de nuestra atención y aprender a controlar en qué que elegimos concentrarnos o con qué dejar de involucrarnos.
Necesitamos fortalecer nuestra capacidad para desplazar nuestra atención de cualquier evento o estímulo que la atraiga, y mantenerla enfocada en las cosas que nos ayudarán a tomar buenas decisiones, hacer nuestro mejor trabajo, y avanzar hacia nuestros valores y metas.
Tanto en mi experiencia personal como profesional, la mejor manera de entrenar tu músculo de la atención es con la meditación consciente (mindfulness).
Cómo usar la meditación consciente para entrenar tu atención
El término mindfulness, y en especial el de meditación consciente, puede a menudo incomodar a la gente dado que parece un poco new-age y jipioso para algunos. Pero la meditación consciente no es más que un método concentrado y eficiente para entrenar el músculo de tu atención.
Teniendo esto en cuenta, he aquí la mejor manera de empezar a practicar la meditación consciente y construir un mejor control de tu atención:
Comienza una práctica diaria de meditación consciente. Dicho brevemente, esto significa arañar (al principio) unos pocos minutos al día para practicar deliberadamente el enfoque de tu atención y mantener tu atención sobre una cosa. Mientras que hay muchas formas de meditación consciente y maneras de practicarla, describo el método que creo que funciona mejor para la mayoría de las personas en este artículo: Cómo iniciar una práctica de mindfulness: Una guía rápida para absolutos principantes
Cultiva la “Conciencia Ordinaria.” Además de una práctica diaria de meditación consciente, puedes maximizar tus esfuerzos de entrenamiento de la atención con una práctica que llamo Conciencia Ordinaria, que implica aplicar las habilidades que desarrollas durante tu práctica de la meditación al situaciones cotidianas, del mundo real. Puedes aprender más sobre la Conciencia Ordinaria aquí: Conciencia Ordinaria: 10 formas sencillas de estar más atento en tu vida cotidiana
Desarrollar más control sobre tu atención es probablemente la habilidad más esencial y necesaria para una mejor salud emocional y mental en general. Pero nuestro siguiente tema – aprender a identificar y modificar la forma en que pensamos en realidad sobre las cosas -tiene un poderoso impacto tanto sobre como nos sentimos habitualmente así como sobre nuestro comportamiento y nuestros hábitos.
Elimina los patrones de pensamiento negativos con la reestructuración cognitiva
Fuente: https://www.amazon.es/Power-Negative-Thinking-B-Sides-Rarities/dp/B000TXNBDQ Portada de The Power of Negative Thinking, una coleccion de caras B de The Jesus and Mary Chain, lo contrario que deberías escuchar para aplicar lo que decimos aquí (lo cual podría ser un ejemplo de pensar al revés de como tiendes a pensar)
Como han estado predicando los estoicos durante 2000 años, las cosas por sí mismas no nos hacen sentirnos como nos sentimos; en vez de eso, es la forma de pensar en las cosas lo que nos impacta emocionalmente.
He aquí un ejemplo: Imagina que estás conduciendo de camino a casa desde el trabajo cuando un coche sale de la nada y te corta el paso peligrosamente. Mientras pasan a tu lado a toda velocidad, una mano sale por la ventanilla haciéndote una peineta.
Es probable que sientas algunas emociones intensas como resultado de esta situación, como alguna mezcla de miedo y enfado.
Pero si nos paramos y pensamos en ello:
¿Ha sido el coche lo que literalmente ha causado la emoción del miedo en ti?
¿El dedo corazón del conductor ha sido literalmente lo que te ha enfadado?
La respuesta es, por supuesto, no. Las cosas por sí mismas, literalmente, no producen emociones.
Si todavía tienes dudas acerca de esto, prueba este sencillo experimento:
Sal a tu calle o aparcamiento, mira tu coche y hazte una peineta a tí mismo. ¿Cómo te sientes? Es probable que tu coche aparcado no te haga sentir más asustado que tu propia mano haciéndote una peineta te conduzca a sentirte enfadado.
Y hay un pequeño ejercicio que puedes hacer y que te iniciará en el aprendizaje de cómo cambiar tu estilo de pensamiento para sentirte mejor de una manera consistente. Se llama Reestructuración Cognitiva.
Cómo usar una Reestructuración Cognitiva para cambiar hábitos mentales y patrones de pensamiento que no ayudan
El mejor sitio para empezar a cambiar nuestros patrones de pensamiento y hábitos negativos o que no ayudan es aprender a identificarlos y entonces modificar las Distorsiones Cognitivas. Si no estás famiiliarizado con ese término, puedes aprender más sobre ellos en este artículo: 10 tipos de diálogo interior negativo (y cómo corregirlos)
He aquí cuatro estrategias específicas que puedes usar para cobrar más conciencia de tus patrones de pensamiento negativos y reestructurarlos de maneras más realistas y que te sirvan de ayuda:
Identifica el diálogo interior negativo en el habla de otras personas. Por supuesto, la idea es cambiar nuestros propios pensamientos, no los de otras personas. Pero a menudo puede ser más fácil identificar ejemplos de diálogo interior negativo en otras personas en primer lugar. Una vez que seamos más hábiles al darnos cuenta de ellos en otros (por medio de su discurso), podemos empezar a verlos mejor en nuestro propio pensamiento y diálogo interior.
Cambia el tono de tu voz interior. Todos sabemos que la forma en que alguien nos dice algo a menudo afecta a cómo nos sentimos, al menos tanto como lo que nos dicen (piensa en el sarcasmo). Lo mismo se aplica a la forma que tenemos de hablarnos a nosotros mismos. Además de prestar atención a lo que te dices a tí mismo/a, intenta estar atento/a a la forma en que te hablas a tí mismo/a. ¿Eres brusco/a, te juzgas o eres sarcástico/a contigo mismo/a? ¿Qué tal sería si fueses más amable, comprensivo/a y directo al grano en la forma en que hablas contigo mismo/a?
Ten intención, no te guíes por la costumbre, con tu autocrítica. No hay nada malo en la autocrítica, señalar tus propios errores y atenerte a un alto nivel. Pero será mucho más probable que hagas esto de forma productiva (y precisa) si es intencionada y deliberada más que una reacción instintiva. En vez de juzgarte a ti mismo/a al momento, planifica un tiempo para reflexionar sobre un error o defecto percibido de manera intencionada, quizá escribiendo un diario sobre ello o hablándolo con alguien en quien confíes.
Construye una mejor relación con tus emociones por medio de la validación
Mucha gente tiene unas relaciones horriblemente enfermizas con sus propias emociones.
Por supuesto, esto no es sorprendente dada nuestra visión cultural y social sobre las emociones, en particular sobre las emociones negativas. Al crecer, a la mayor parte de nosotros nos enseñan a pensar en los sentimientos y emociones negativas como cosas males que tenemos que arreglar o bien evitar.
Así que quizá no sea sorprendente que la mayoría de nosotros se acerque a las emociones negativas como quien tratase con un virus. Instintivamente queremos una medicina o una «herramienta» que nos ayude a eliminar las emociones negativas y sentirnos mejor.
Y aunque este punto de vista dominante sobre las emociones es comprensible -a nadie le gusta sentirse mal- es al mismo tiempo falsa y destructiva para nuestra salud mental y nuestro bienestar.
Y la razón es en realidad bastante sencilla: Sólo porque algo te haga sentir mal no significa que sea malo.
Sólo porque el dolor es a menudo un indicador de un peligro o una amenaza, es un error -y grave, pienso- suponer que siempre es ese el caso, especialmente cuando se trata de algo tan central y esencial acerca de quienes somos como son nuestras emociones.
Porque cuando pensamos sobre y respondemos a nuestros sentimientos negativos como si fuesen malos, entrenamos a nuestro cerebro para que los tema, lo que conduce a algunos comportamientos bastante poco saludables y a hábitos a largo plazo.
Con el fin de combatir este círculo vicioso y reconstruir una relación más sana y productiva con nuestras emociones, hay una habilidad crucial de la que podríamos beneficiarnos todos si la aprendemos y la practicamos con regularidad: la validación
Cómo practicar la Validación Emocional
Aunque pueda sonar técnico, el concepto de la validación emocional es sencillo: en vez de intentar reparar o eliminar nuestras emociones, podemos reconocerlas.
He aquí un puñado de técnicas que puedes implementar para aumentar tu habilidad en reconocer y validar tus emociones y empezar a construir una relación más sana con ellas:
Etiqueta tus emociones con claridad. La mayoría de nosotros somos sorprendentemente malos en el sencillo acto de etiquetar qué emoción estamos sintiendo en un determinado momento. Tendemos a intelectualizar nuestras emociones y a usar una terminología vaga y conceptual con tal de evitar la incomodidad. En vez de hacer eso, cuando te sientas «mal» o «molesto/a», pregúntate a tí mismo/a, ¿qué emoción concreta estoy sintiendo ahora mismo? ¿Frustración? ¿Inquietud, Vergüenza? ¿Tristeza?
Date cuenta de la complejidad de tus emociones. Muchos de nosotros tendemos a cometer el error de suponer que sólo podemos experimentar una emoción a la vez. En realidad, la mayor parte del tiempo nuestro estado emocional implica muchas emociones diferentes en varias intensidades. Cada vez que te sientas molesto/a, imagina que tu estado de ánimo es un gráfico de tarta, y entonces pregúntate: ¿Cuáles son las diferentes partes de esta tarta emocional y cuáles son sus respectivos pesos?
Practica la tolerancia y la aceptación de la incomodidad emocional. Por supuesto, no disfrutamos al sentirnos tristes, ansiosos o culpables. Pero las emociones negativas, sin importar su intensidad, no pueden hacernos daño en realidad. Para empezar a demostrarte esto a ti mismo y a construir la tolerancia a los sentimientos negativos, usa un temporizador en tu teléfono y practica sentarte y aceptar tus emociones durante un tiempo dado y limitado. Entonces, a medida que adquieras más práctica, aumenta lentamente la duración de tu práctica.
Esto son tres sugerencias rápidas, pero si quisieras saber más sobre cómo construir una mejor relación con tus emociones, creo que estos artículos te parecerán útiles:
La salud emocional es la idea de que la mente necesita ejercicio con regularidad y entrenamiento tanto como el cuerpo si queremos seguir fuertes mental y emocionalmente además de sanos.
Tres de los mejores ejercicios para construir agilidad emocional incluyen:
Aprender cómo entrenar tu atención con la meditación consciente, tanto como una práctica formal como en una «conciencia ordinaria» informal.
Anteayer terminé de leer este libro (Factfulness) que me recomendó Alfons Cornellá . Tengo que darle las gracias, porque ya van tres libros (1, 2 y este 3) que me han hecho disfrutar y ver el mundo de otra manera, más clara y además más positivas. Así que ¡gracias, Alfons!
Los autores, Hans Rosling, Ola Rosling y Anna R. Rönnlund (Padre, hijo y nuera) han dedicado gran parte de sus vidas a combatir el enorme desconocimiento que tenemos sobre el mundo. Es llamativo que al contestar este test de 13 preguntas obtengamos de manera sistemática resultados peores de los que obtendría un grupo de chimpancés que contestasen al azar. Y esto pasa en diversos colectivos, algunos sumamente cualificados. Haz la prueba. ¿Cuántas has acertado? Estadística de probabilidades en mano, una muestra de chimpancés lo suficientemente amplia tendría una media de 4 aciertos y pico en estas preguntas con 3 opciones cada una, una sola de ellas correcta. Yo acerté dos.
Aquí, en este enlace, podemos ver a Hans Rosling (1948-2017) y su hijo Ola en acción, realizando una de sus encuestas y ayudándonos a superar nuestra ignorancia sobre el mundo.
En la fundación Gapminder hay una muy llamativa recopilación de gráficas y estadísticas verificadas sobre el mundo actual. Estas estadísticas desmienten un conjunto de suposiciones erróneas que tendemos a hacer.
Distribución de la población por niveles de ingreso y países. España aparece destacada en la parte inferior. Fuente: Gapminder.org
Por ejemplo, en ya en 2019 se puede comprobar como la mayoría de la población vive en países de niveles medios de ingreso (2 y 3), y «sólo» el 10.3% de la población del mundo vive por debajo del umbral de pobreza extrema. Entrecomillo «sólo» porque sigue siendo demasiado. No es un buen valor, sobre todo si es uno el que está en ese segmento terrible. Pero es un valor que está bajando sistemáticamente (¡la mitad que hace 14 años, en 2005!). Es decir, las cosas pueden estar mal y al mismo tiempo, mejorando. Hay que aprender a ver eso, con esas dos ideas en mente al mismo tiempo.
En Dollar Street, Anna R. Rönnlund recopila imágenes sobre cómo son las familias, las viviendas, el salón, la cocina, etc. en el mundo entero, en todos los grupos de ingresos. Lo que nos diferencia no son las religiones, los lugares del mundo en que nacemos o la cultura. Los ingresos de que disponemos son la condición que determina si podemos acercarnos a nuestras aspiraciones vitales.
Sin embargo, ignoramos hechos significativos sobre cómo está el mundo actualmente y cuánto ha mejorado. No es algo que hagamos a propósito, ni se debe a la manipulación de los medios o a nada de eso, sino que se debe a un conjunto de sesgos cognitivos que funcionaban bien cuando nuestra supervivencia dependía de ellos, pero que ahora nos tapan los ojos.
Aquí dejo una traducción del resumen de cada uno de esos esos instintos engañosos:
1. El Instinto del Hueco
Basarse en los hechos es… reconocer cuando una historia habla de un hueco, y recordar que esto pinta un cuadro de dos grupos separados, con un hueco entre ellos. La realidad casi nunca está polarizada. Normalmente la mayoría está justo en medio, donde se supone que está el hueco.
Para controlar el instinto del hueco, busca la mayoría.
Desconfía de las comparaciones entre promedios. Si puedes comprobar las dispersiones probablemente verás que se superponen. Es probable que no haya ningún hueco.
Desconfía de las comparaciones entre extremos. En todos los grupos, de países o de personas, hay algunos arriba y algunos abajo. La diferencia es a veces extremadamente injusta. Pero incluso entonces la mayoría suele estar en algún lugar entre ambos, justo donde se supone que hay un hueco
El panorama desde aquí arriba. Recuerda, mirar hacia abajo desde las alturas distorsiona la visión. Todo lo demás parece igual de bajo, pero no lo es.
2. El Instinto de Negatividad
Basarse en los hechos es… reconocer cuándo estas recibiendo malas noticias, y recordar que la información sobre acontecimientos malos tiene mucha más probabilidad de alcanzarnos. Cuando las cosas están mejorando no oímos nada sobre ellas. Esto nos da una impresión sistemáticamente demasiado negativa del mundo a nuestro alrededor, lo cual es muy estresante.
Para controlar el instinto de negatividad, sé consciente de que vendrán malas noticias.
Mejor y mal. Practica en distinguir entre un nivel (por ejemplo, malo) y un sentido de cambio (por ejemplo, a mejor). Convéncete de que las cosas pueden ir a mejor y al mismo tiempo estar mal.
Las buenas noticias no son noticia. Casi nunca se informa de las buenas noticias. Así que las noticias son siempre malas. Cuando recibes malas noticias, pregúntate si habrías podido recibir noticias igual de buenas.
La mejora gradual no es noticia. Cuando una tendencia está mejorando gradualmente, con caídas periódicas, es más probable que adviertas las caídas que la mejora global.
Más noticias no equivale a más sufrimiento. El aumento de malas noticias se debe a veces a una mejor vigilancia del sufrimiento, no a un mundo que empeora.
Desconfía de los pasados dorados. La gente suele glorificar sus experiencias tempranas, y las naciones suelen glorificar su historia.
3. El instinto de la línea recta
Atenerse a los hechos es… reconocer la suposición de que una línea seguirá recta, y recordar que en la realidad esas líneas son infrecuentes.
Para controlar el instinto de la línea recta, recuerda que las curvas vienen con diferentes formas.
No supongas líneas rectas. Muchas tendencias no siguen líneas rectas, sino curvas en S, toboganes, colinas o líneas exponenciales. Ningún niño ha mantenido nunca una tasa de crecimiento como la que logró en sus primeros seis meses, y ningunos padres esperarían eso.
4. El Instinto del Miedo
Atenerse a los hechos es… reconocer cuándo las cosas temibles captan nuestra atención, y recordar que lo temible no es necesariamente lo más arriesgado. Nuestros miedos naturales a la violencia, la cautividad y la contaminación nos hacen sobrevalorar sistemáticamente esos riesgos.
Para controlar el instinto del miedo, calcula los riesgos.
El mundo temible: miedo frente a realidad. El mundo parece más temible de lo que es porque lo que oyes sobre él ha sido seleccionado – por nuestro propio filtro de atención o por los medios – precisamente porque da miedo.
Riesgo = Peligro x Exposición. El riesgo que algo supone para ti no depende de cuánto te asuste, sino de una combinación de dos cosas. ¿Cuán peligroso es? y ¿Cuán expuesto estás a ello?
Cálmate antes de seguir. Cuando tienes miedo, ves el mundo de un modo diferente. Toma cuantas menos decisiones sea posible hasta que el pánico haya remitido.
5. El Instinto del Tamaño
Atenerse a los hechos es… reconocer cuándo una cifra solitaria parece impresionante (por pequeño o por grande), y recordar que podrías tener la impresión contraria si lo comparases o dividieses con alguna otra cifra relevante.
Para controlar el instinto del tamaño, pon las cosas en contexto.
Compara. Los números grandes siempre parecen grandes. Los números por si solos desorientan y deberían hacerte sospechar. Busca siempre comparaciones. Idealmente, divide por algo.
80/20. ¿Te han dado una lista larga? Busca los pocos elementos mayores y ocúpate de esos en primer lugar. Es bastante probable que sean más importantes que todos los demás juntos.
Divide. Las cantidades y los cocientes pueden contar historias muy distintas. Los cocientes son más significativos, especialmente cuando se trata de comparar entre dos grupos de diferente tamaño. En particular, busca tasas por persona cuando compares entre países o regiones.
6. El Instinto de Generalización
Atenerse a los hechos es… reconocer cuándo se está usando una categoría en una explicación, y recordar que las categorías pueden confundir. No podemos parar de generalizar, y ni siquiera deberíamos intentar de parar. Lo que deberíamos intentar es evitar generalizar incorrectamente.
Para controlar el instinto de generalización, cuestiona tus categorías.
Busca diferencias dentro de los grupos. Sobre todo cuando los grupos son amplios, busca formas de trocearlos en categorías más pequeñas y precisas.
Busca similitudes entre los grupos. Si encuentras parecidos sorprendentes entre grupos distintos, piensa si tus categorías son relevantes. Pero también…
Busca diferencias entre los grupos. No supongas que lo que es aplicable para un grupo (p.ej., tú y otros que viven en el nivel 4, o soldados inconscientes) es de aplicación para otro (p.ej., personas que no viven en el nivel 4 o bebés dormidos).
Desconfía de «la mayoría». La mayoría sólo significa más de la mitad. Pregunta si significa el 51 por ciento, el 99 por ciento o algo entre ambos.
Desconfía de los ejemplos llamativos. Las imágenes llamativas son más fáciles de recordar pero podrían ser la excepción en lugar de la regla.
Supón que las personas no son idiotas. Cuando algo parece extraño, sé curioso y humilde, y piensa, ¿de qué forma es esto una solución inteligente?
7. El Instinto del Destino
Atenerse a los hechos es… reconocer que muchas cosas (incluidas las personas, los países, las religiones y las culturas) parecen constantes sólo porque el cambio está produciéndose lentamente, y recordar que incluso los cambios pequeños y lentos acaban gradualmente produciendo grandes cambios.
Para controlar el instinto del destino, recuerda que el cambio lento sigue siendo cambio.
Sigue la pista de las mejoras graduales. Un pequeño cambio cada año puede traducirse en un gran cambio a lo largo de las décadas.
Actualiza tus conocimientos. Hay conocimiento que caduca con rapidez. La tecnología, los países, las sociedades, las culturas y las religiones están cambiando constantemente.
Habla con el abuelo. Si quieres que te recuerden cómo han cambiado los valores, piensa en los valores de tus abuelos y en cuánto difieren de los tuyos.
Recopila ejemplos de cambio cultural. Desafía la idea de que la cultura de hoy tiene que haber sido la misma del ayer y será la misma del mañana.
8. El Instinto de la Perspectiva Única
Atenerse a los hechos es… reconocer que una única perspectiva puede limitar tu imaginación, y recordar que es mejor mirar a los problemas desde muchos ángulos para obtener una comprensión más precisa y encontrar soluciones prácticas.
Para controlar el instinto de la perspectiva única, hazte con una caja de herramientas, no con un martillo.
Pon a prueba tus ideas. No te dediques sólo a coleccionar ejemplos que muestra lo excelentes que son tus ideas preferidas. Pide a personas que no estén de acuerdo contigo que prueben tus ideas y busquen sus puntos débiles.
Pericia limitada. No te arrogues pericia más allá de tu campo: sé humilde sobre lo que no conoces. Ten también presentes las limitaciones de la pericia de los demás.
Martillos y clavos. Si eres bueno con una herramienta, podrías querer usarla demasiado a menudo. Si has analizado profundamente un problema, puedes terminar exagerando la importancia de ese problema o de tu solución. Recuerda que ninguna herramienta es buena para todo. Si tu idea favorita es un martillo, busca colegas con destornilladores, llaves inglesas y cintas métricas. Ábrete a ideas de otros campos.
Números, pero no sólo números. El mundo no puede comprenderse sin números, pero no puede comprenderse sólo con los números. Ama los números por lo que te cuentan sobre las vidas reales.
Desconfía de las ideas simples y las soluciones simples. La historia está llena de visionarios que usaron visiones utópicas simples para justificar acciones terribles. Da la bienvenida a la complejidad. Combina ideas. Compromete. Resuelve problemas caso por caso.
9. El Instinto de Culpabilización
Atenerse a los hechos es… reconocer cuando se está usando un chivo expiatorio y recordar que culpar a un individuo suele desviar la atención de otras posibles explicaciones y bloquea nuestra capacidad para evitar problemas similares en el futuro.
Para controlar el instinto de culpabilización, resístete a buscar un chivo expiatorio.
Busca causas, no malvados. Cuando algo va mal, no busques un individuo o un grupo al que culpar. Acepta que las cosas malas pueden ocurrir sin que nadie tenga la intención de que ocurran. En vez de eso, dedica tus energías en comprender las múltiples causas, o el sistema que ha creado la situación.
Busca sistemas, no héroes. Cuando alguien reivindica haber provocado algo bueno, pregunta si el resultado podría haber ocurrido de todos modos, incluso si ese individuo no hubiese hecho nada. Otorga algún mérito al sistema.
10. El Instinto de Urgencia
Atenerse a los hechos es… reconocer cuándo una decisión parece urgente y recordar que raramente lo es.
Para controlar el instinto de urgencia, da pequeños pasos.
Tómate un respiro. Cuando se activa tu instinto de urgencia, tus otros instintos irrumpen y tu capacidad análisis sufre un apagón. Pide más tiempo y más información. Rara vez se trata de ahora o nunca, y rara vez hay sólo dos opciones.
Insiste en los datos. Si algo es urgente e importante, debería medirse. Ten cuidado con los datos relevantes pero imprecisos, o precisos pero irrelevantes. Sólo los datos relevantes y precisos son útiles.
Desconfía de los adivinos. Cualquier predicción sobre el futuro tiene una incertidumbre. Ten cuidado con las predicciones que no reconozcan eso. Insiste en un abanico completo de escenarios, nunca sólo el mejor o peor caso. Pregunta con qué frecuencia han acertado esas predicciones en el pasado.
No te fíes de la acción drástica. Pregunta por los efectos secundarios. Pregunta cómo se ha probado la idea. Las mejoras prácticas paso a paso y la evaluación de su impacto son menos espectaculares pero normalmente más efectivas.
Una chuleta de los diez venenos que matan la objetividad (y sus antídotos)
Este artículo de Robert Wright en wired reflexiona sobre la apropiación que el capitalismo ha hecho del zen, probablemente cogiendo el rábano por las hojas (el capitalismo lo coge) en esa apropiación.
¿Es la meditación consciente (mindfulness) un instrumento capitalista o un camino a la iluminación? Las dos cosas
Es difícil determinar el momento exacto en que el estereotipo occidental de a meditación budista se dio la vuelta. Fue en algún momento entre los años 1950, cuando el budismo zen caló en la generación beat, y los comienzos del siglo 21, cuando la meditación del mindfulness caló en Wall Street y Silicon Valley.
En un momento dado el fundador beatnik Jack Kerouac estaba declamando arcanas verdades budistas que son reveladas según se dice por medio de la meditación. «No existe el yo ni el tú», escribió Kerouac. Y «el espacio es como una roca porque esta vacío». Adelantamos medio siglo, y gestor de capital riesgo David Ford, en una entrevista con Bloomberg News, resumía así los beneficios de la meditación: «Reacciono con mucha mas calma ahora ante los mercados volátiles». La práctica del budismo, antes vista como subversiva y contracultural, ahora parecía una herramienta capitalista. Había ido desde profundizar tu percepción hasta sacarte punta.
Portada del artículo original en Wired.com
ROBERT WRIGHT
Robert Wright (@robertwrighter) es el autor de "El animal moral" (The Moral Animal), "No nulo" (Nonzero), y "La evolución de Dios" (The Evolution of God) (un finalista del premio Pulitzer). Este artículo es la traducción de un artículo adaptado a partir de su nuevo libro "Por qué es verdad el budismo: la ciencia y la filosofía de la meditación y la iluminación" (Why Buddhism Is True: The Science and Philosophy of Meditation and Enlightenment). Wright ha enseñado en departamento de psicología de la Universidad de Pennsylvania y en el departmento de religión en Princeton y actualmente es profesor visitante de ciencia y religión en el Union Theological Seminary de Nueva York. También lleva mindfulresistance.net.